«Espicho do Faro» se puede traducir como «estaca del faro», y se supone que esta nomenclatura deriva del vértice geodésico que se encuentra en este lugar a unos 200 msnm aproximadamente. Desde aquí divisamos un amplio paisaje, desde los montes de Portugal (al otro lado del rio Miño), pasando por el Monte Aloia de Tuy y su Sierra del Galiñeiro, el Faro de Budiño, Salvaterra de Miño y su Monte Castelo, y a lo lejos Ponteareas, As Neves, A Cañiza, Covelo…
A la entrada nos encontramos una placa de piedra que pone fecha de 30 de Julio del 2000 a este «Parque Recreativo e Forestal» gracias a los vecinos de la parroquia de Entenza, aunque lo cierto es que a este y a oeste se encuentran sendas canteras que estuvieron comiéndole poco a poco terreno a este lugar. En el año 2007 el ayuntamiento de Salceda de Caselas consigue parar este avance y salvar definitivamente el Espicho do Faro. Se han repoblado los árboles, pero en algunas zonas todavía son demasiado pequeños; de hecho, la única zona actualmente con sombra (2012) es la inferior. Unos añitos más y el lugar será un paraiso.
En esta parte inferior hay un pequeño y coqueto estanque (no apto para baño) y de una serie de mesas, bancos y asaderos para el completo disfrute del lugar. Recordamos que la legislación vigente no permite el uso de estos asaderos, por lo que ahora resultan inútiles. Algún columpio y los desniveles resultan un atractivo para los más pequeños.
Si seguimos el camino y escalera que discurre hacia la parte trasera del parque podemos llegar al vértice geodésico en lo más alto, acompañado de un par de bancos y una coleción de charcos generados en la roca por la erosión. Mirando hacia el sur veremos otro pequeño monolito de cemento muy cercano, y a la izquierda y muy próximo al precipicio hacia la cantera existe una enorme roca donde se encuentra la «Silla del Rey«, que es tallada en la piedra. La encontraremos en el interior del hueco que hay por la parte opuesta de la roca respecto al monolito piramidal.
Si seguimos el sendero acondicionado rodeando la cumbre, veremos una curiosa roca con forma de seta (caprichos naturales de la erosión) e iremos retornando hacia el punto inicial, encontrándonos un pequeño rincón abrigado por rocas y setos, con varios bancos y un pequeño chorro constante de agua que le da una tranquilidad y un aislamiento que acabó por ponerle nombre: El rincón del lector.
En general se trata de un parque con desniveles y no apto para minusválidos por la orografía del terreno, aunque si es cierto que la parte inferior es muy accesible y se llega en coche hasta la misma entrada por asfalto y con buena señalización. Dato: en esta carretera llegaremos a un primer cruce, justo cuando nos lo encontremos (con señales que indican Faro a la izquierda y Parderrubias a la derecha) podemos ver justo a nuestra izquierda una colina con árboles y rocas donde están localizados los restos de un castro celta. No es muy accesible ni está a la vista, pero si es cierto que se observan algunos indicios de su existencia, y permite adivinar la posición de alguno de los muros.
El Espicho do Faro se encuentra a medio camino entre los senderos acondicionados en el cauce del Rio Caselas, el de Picado y el de los Molinos.
Este punto está está patrocinado por EL PARQUE:
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PUNTOS GPS
42º 05′ 30» N – 08º 33′ 32» O – Cruce de acceso
42º 05′ 18» N – 08º 33′ 54» O – Posición exacta del castro (no visible a simple vista)
42º 05′ 00» N – 08º 34′ 34» O – Posición exacta del aparcamiento del Espicho do Faro
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