Un batán es algo prácticamente idéntico a un molino, pero con finalidad diferente: Se creaba una presa en el cauce del rio y se desviaba la corriente mediante canales que liberaban el agua con fuerza sobre las aspas del molino o batán.
La energía conseguida por el fuerte impacto del agua se usaba para moler el grano mediante la fricción entre dos grandes piedras llamadas «muelas».
En el caso de los batanes, la energía se usaba para trabajos textiles. Concretamente, lo que se hacia era compactar los tejidos para darles mayor resistencia, ya que una vez confeccionados no tenían la consistencia suficiente. Mediante el trabajo en los batanes, estos tejidos quedabana más apretados, lo que les incrementaba incluso la impermeabilidad.
Se supone que la aparición de los batanes es posterior a los molinos. Su primera mención en un documento es en el siglo XII, en el año 1160.
En un rinconcito del ayuntamiento de Vimianzo nos encontramos con este conjunto etnográfico de tres batanes y varios molinos en la orilla del Rio Grande, perfectamente accesibles y restaurados. Es el conjunto llamado «Batans de Mosquetin». El interior de estas estructuras está completamente rehabilitado, y su visita es posible en los horarios que indica el cartel de la entrada:
La zona está acondicionada, con barandillas, papeleras, mesas… Aunque no es muy extenso, su belleza es enorme.
Se encuentran muy cerca del inicio de la ruta megalítica de Vimianzo. Si estamos por aqui podemos visitar el Cruceiro gótico de Cheis (es el cruceiro más antiguo de Galicia) y el Castillo de Vimianzo, que está en la misma carretera AC-552 y bastante cercano.
PUNTOS GPS:
43º 08′ 55» N – 08º 58′ 57» O – Cruce de entrada
43º 09′ 14» N – 08º 59′ 09» O – Posición exacta
ACO - VIMIANZO - Batans de Mosquetin,
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